El separador estático ERIMAKI es la máquina ideal para separar lo sólido de lo líquido en aguas residuales de cualquier tipo.
El separador estático no utiliza ningún motor, por lo tanto no necesita instalación eléctrica y puede utilizarse en cualquier lugar. Es un instrumento sencillo, de costes reducidos pero muy eficiente, que puede trabajar durante mucho tiempo sin vigilancia y sin obstruirse.
El elemento de criba es una rejilla hecha de barritas horizontales de forma triangular, que crea un efecto especial denominado "adherencia a la pared". Esta separa lo líquido de lo sólido, que se desliza hacia abajo aprovechando la energía cinética.
La distancia de las barritas puede variar de 0,25 a 3 mm, según el material que se desea separar. Puesto que la capacidad depende de múltiples factores, como la separabilidad del producto, la viscosidad, la temperatura, la cantidad de sólido a separar y la rejilla usada, la capacidad del separador estático puede variar: de 50 mc/h a 140 mc/h, según el campo de aplicación y con un máximo del 10% de sólido en el líquido.
El separador estático siempre está totalmente fabricado en acero inoxidable AISI 304 y está disponible en dos modelos: ancho 600 mm y ancho 1200 mm.